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El Cañón del Ebro

18 Km - Valdelateja - Central de El Por venir - Pesquera de Ebro - Cortiguera - Valdelateja

 

  • RUTA A PIE
  • Sendero Señalizado: PR.C.BU–1
  • Época recomendable: todo el año.
  • Dificultad: media.
  • Distancia y tiempo: 18 kilómetros y seis horas y media.
  • Mapa topográfico 1:25.000: nº: 135–I.
El río Ebro ha tallado a su paso por el noroeste de Burgos un espectacular cañón calizo que en algunos puntos alcanza más de 250 metros de profundidad. El relieve y la diversidad biológica y botánica que encierra su interior constituyen una verdadera tentación para los senderistas.
 

En el mismo pueblo de Valdelateja hay que cruzar el río Rudrón por un puente de piedra, junto al mismo se localiza una buena fuente, y encaminarse hacia su iglesia parroquial. Detrás de la misma nace la senda —señalizada en todo momento con tablillas de madera— que se debe seguir para adentrarse en el cañón. En unos minutos es fácil acercarse hasta la desembocadura del Rudrón en el Ebro.

Una vez superada la confluencia entre los dos ríos y sus respectivos cañones, la senda se interna definitivamente en pleno Cañón del Ebro.

Unos cuantos millones de años le ha costado al Ebro tallar en las rocas calizas del Cretácico Superior este profundo desfiladero, que en algunos puntos supera los 250 metros de profundidad. En su colosal empresa el río ha contado con la inestimable ayuda de una intensa erosión de origen kárstico. Las laderas del cañón están tapizadas por un denso bosque en el que se encuentran sobre todo quejigos, encinas, arces, enebros y alisos. En las zonas más umbrías surgen solitarias algunas especies mucho más necesitadas de humedad: acebo, tejo, haya y madroño.

Central de El Porvenir

El sendero también permite conocer el bosque de ribera que escolta al Ebro a lo largo de su recorrido. Alisos, chopos, sauces, tilos y fresnos, entre otras especies, forman una auténtica e impenetrable muralla. La inaccesibilidad de algunas zonas del Cañón del Ebro ha favorecido el desarrollo de una variada comunidad faunística. Entre los mamíferos destacan el jabalí y el corzo pero las estrellas son las nutrias que encuentran refugio en las orillas del Ebro. Las aves, sobre todo las rapaces, disfrutan en este enclave de uno de sus más importantes santuarios. A la abundancia de buitres leonados hay que sumarle la presencia de alimoches, búhos reales, halcones peregrinos, águilas reales e, incluso, alguna de las últimas parejas españolas de águila perdicera.

Muy pronto se llega a una pasarela de cemento por la que hay que cruzar el río. En la otra orilla se localiza una central hidroeléctrica con más de cien años de historia: El Porvenir. Ahora con el Ebro a la derecha es preciso continuar por el camino que enfila hacia Pesquera de Ebro.

A la altura de Pesquera de Ebro el cañón se ensancha y sus escarpadas paredes se suavizan. Esta señorial localidad sorprende al caminante con un inesperado conjunto urbano, lleno de palacios blasonados de los siglos XVI, XVII y XVIII. En la calle de Abajo, por la que discurre la ruta, se localiza un palacio en el que aún es visible una inscripción que ilustra sobre las pícaras costumbres de sus moradores.

Camino de Cortiguera

A la salida de Pesquera de Ebro, cuenta con una fuente junto a la iglesia, hay que atravesar el río por un magnífico puente medieval y continuar un pequeño tramo por la carretera. Tras dejar a la izquierda la pista asfaltada que se introduce en el valle de Zamanzas y a unos cuantos metros del cruce, es sencillo localizar la señalizada y bien marcada senda que enfila hacia Cortiguera. Sin ningún problema se alcanza la pista de tierra que por la derecha conduce a Cortiguera. Tras bajar y subir las laderas del barranco del Molinillo, el camino llega a las primeras casas del pueblo. Cortiguera es un lugar semiabandonado, que en los siglos XVII y XVIII gozó de una gran prosperidad. Impresiona recorrer sus calles invadidas por la vegetación y contemplar sus nobles casas desafiando el paso del tiempo. Al final del pueblo, existe un precioso rincón con dos grandes palacios, coronados por sendos y soberbios escudos barrocos. Para continuar el paseo hay que salir de Cortiguera por el camino de Valdelateja, que avanza paralelo al borde superior del Cañón del Ebro. Poco después se localiza un mirador natural desde el que se divisan unas impresionantes panorámicas de los meandros que forman el curso del río. En esta zona se ven centenarios ejemplares de quejigo y arce, entre los que crecen aislados algunos pies de haya.

Al llegar a la primera bifurcación es preciso tomar el señalizado sendero que parte hacia la derecha y que de una manera rápida y espectacular conduce de nuevo a Valdelateja.

Ruta circular: Valdelateja, Central El Porvenir, Pesquera, Cortiguera,  Valdelateja