Recorriendo esta ruta, podemos imaginar el esfuerzo que se realizaba en tiempos pasados: el transporte de las gavillas por senderos escarpados, las idas y venidas a lomos de burro, y el trabajo incesante que definió la vida de muchos en Orbaneja. Aún hoy, los chozos siguen de pie, como testigos silentes de esas épocas de lucha y supervivencia.
Al bajar por el otro camino, comprenderemos mejor la vida de los agricultores, con la vista puesta en los campos y el horizonte. La ruta no es solo una experiencia visual, sino una forma de conectar con una tradición que sigue viva en cada piedra, en cada rincón del paisaje. Ven a vivir la historia del Valle de Sedano y siente la naturaleza en su estado más puro.