Cortiguera y el mirador del silencio
Al llegar a Cortiguera, el viajero se encuentra con un pueblo semiabandonado que conserva buena parte de su arquitectura tradicional. Desde sus casas de piedra, el paisaje se abre al Cañón del Ebro, ofreciendo unas vistas espectaculares difíciles de olvidar.
Tras un descanso, la ruta continúa por senderos de media montaña que descienden de nuevo hacia Nocedo, completando un circuito exigente, pero altamente gratificante.