Subida a Castrosiero

Historia, Naturaleza y Panorámicas Impresionantes

La subida a Castrosiero es mucho más que una ruta, es un viaje a través de la historia y la naturaleza en su estado más puro. En lo más alto de esta imponente peña, se alza la ermita de las santas Centola y Elena, un pequeño templo de tradición tardo visigoda que data de finales del siglo VIII. Un lugar único que conecta el legado de culturas prehistóricas, romanas, visigodas, musulmanas y cristianas, que han dejado su huella en este estratégico punto de vigilancia y defensa.

El enclave geomorfológico de Castrosiero, una peña troncopiramidal de 200 metros sobre el río Rudrón, es un lugar de belleza y fascinación, donde la historia y el paisaje se entrelazan para ofrecer una experiencia única en el panorama burgalés.

Un sendero inolvidable: Historia y paisajes de Castrosiero

El recorrido comienza en Valdelateja, donde seguirás el camino hacia el balneario, cruzando el río Rudrón. La ruta te lleva por un bosque de ribera lleno de vida, con árboles como alisos, tilos y arces, hasta que el sendero se eleva entre una tupida masa de quejigos, donde te espera un primer cruce. A partir de aquí, seguirás el antiguo camino empedrado hacia Siero, desde donde las vistas panorámicas te dejarán sin aliento.

Una vez en la cima de Castrosiero, las vistas se abren en todo su esplendor: el meandro abandonado del Rudrón, el propio Castrosiero con su ermita, y la encantadora Valdelateja. Desde este punto, puedes bajar hasta las ruinas de Siero y seguir el sendero señalizado que asciende hasta lo más alto, rodeado por la majestuosidad de buitres leonados, alimoches y águilas reales.

La Ermita de las Santas Centola y Elena

En la cima de Castrosiero, la ermita de las santas Centola y Elena te transportará al pasado. De tradición tardo visigoda, este templo del siglo VIII es el vestigio de un legado histórico impresionante. La inscripción en el ábside cuadrado, que menciona a los fundadores Fredenandus y Gutina, marca la fecha de consagración del templo: 782 d.C.. En el mismo, se encuentra un elemento decorativo que recuerda al árbol de la vida, un símbolo que conecta el pasado espiritual con el presente.

El Regreso a Valdelateja

El regreso se realiza por el mismo sendero que te llevará de vuelta al pueblo de Valdelateja, cruzando nuevamente el puente de piedra sobre el río Rudrón y pasando junto a la iglesia del pueblo.